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  • Foto del escritorJuan Pablo Lopez García

Hablando con piedras y huesos. Excavaciones de "El Humilladero" (Grajos). ¿Huellas de combate?

Acabamos de cerrar la primera de campaña de excavaciones arqueológicas en “El Humilladero” de San Juan del Olmo con el descubrimiento de una necrópolis del S XIX. ¿Podría estar relacionada con la Guerra de la Independencia?


Uno de los objetivos de la intervención era búsqueda de espacios relacionados con los hechos acaecidos en la zona durante la Guerra de la Independencia. Unos acontecimientos de los cuales hace menos de un año poco se sabía y que gracias a la vocación participativa del proyecto han salido a la luz (en junio escribíamos una entrada en este blog que se refería a este episodio https://www.terralevisarqueologia.com/blog/tras-las-huellas-de-garrido).

En la memoria colectiva de las gentes del pueblo había un personaje, Garrido, que se refugiaba en una cueva próxima. Nadie tenía claro si había sido un bandolero, un guerrillero o un maqui. A partir de las historias y leyendas que contaba el paisanaje, los investigadores del proyecto encontraron un documento de extraordinario valor. Una noticia de la Gaceta de Madrid fechada el 21 de enero de 1813. Según el diario afrancesado, en la mañana del 20 de enero, el regimiento de Les Chasseursde Zamora (cazadores de Zamora) comandados por Froilán entraban en la localidad abulense de Grajos (hoy San Juan del Olmo) sorprendiendo a los Húsares francos de Carabanchel del teniente coronel Garrido. Como resultado de la refriega, 21 hombres de Garrido fueron muertos por las tropas francesas, 10 hechos prisioneros y otros cuantos, entre ellos Fernando Garrido, consiguieron escapar aprovechando lo escarpado del terreno y las condiciones climatológicas.


¿Es posible que la zona de enterramiento de los guerrilleros españoles estuviera en el Humilladero?


Cuando consultamos las actas parroquiales de defunción buscando huellas del combate, vimos que en la fecha de los acontecimientos no figuraba registro de muertes en la localidad. Varias podían ser las razones. Por un lado, temor del cura a represalias por parte de los franceses, que los cuerpos fueran llevados a sus localidades de origen o bien que no recibieran cristiana sepultura. Por todo esto, el humilladero podría haber sido el sitio escogido. Según las gentes del país, sus abuelos les contaban que en el antiguo Humilladero hubo un cementerio donde se enterraban aquellos que no podían ser sepultados en campo santo.

El resultado ha sido cuanto menos alentador. Por un lado se ha identificado la estructura del edificio que había en la zona, su proceso de desmonte y expolio (las piedras de sus muros fueron reutilizadas para construir el frontón del pueblo y “la casa de los pobres” en torno al año 1936) así como la consecución de distintas fases históricas. Por otro lado, se han localizado varios espacios de enterramiento y excavado 3 fosas en su totalidad. Cada una de ellas contenía un cuerpo en deposición primaria y una de ellas un cuerpo más en deposición secundaria, la 001. A falta de los análisis forenses, ha llamado la atención de los arqueólogos un corte limpio en la clavícula del cuerpo depositado en 001, posiblemente perimortem y que podría hablarnos de una acción violenta antes del seceso. Además, un cráneo hallado en deposición secundaria presenta un corte que arrancó parte de la corteza craneal. En este caso preferimos esperar a los análisis en el laboratorio.

Las secuencias estratigráficas y la presencia de botones civiles y abalorios sugieren que la necrópolis es del S XIX. Lo que hasta al momento no podemos definir es el preciso momento en el que se desacraliza el antiguo humilladero y se convierte en cementerio. Podría corresponder al reinado de José Bonaparte entre 1808-1813 o bien a épocas más tardías como la de Medizábal (años 36-37) o Madoz (54-56) con lo que perdería relación con los hechos de Grajos en 1813.


Las piedras hablarán, y los huesos y bueno, los textos también.


En esta fase del proyecto, es necesario un estudio de los archivos civiles y eclesiásticos para datar la desacralización del recinto. Igualmente, proponemos la realización de otra campaña para constatar o desmentir la relación de los cuerpos aparecidos o por aparecer con los acontecimientos del 20 de enero de 1813. Por último, aun no hemos datado las primeras fases del yacimiento. En la última semana de campaña, al tiempo que excavábamos las fosas (de hecho suponía el límite norte de las mismas), localizábamos un muro anterior tanto a los enterramientos como al pavimento de las últimas fases de la ermita. La arqueología hablará.


En todo caso, estamos extraordinariamente satisfechos. El objetivo principal se ha cumplido con creces. Las gentes de San Juan del Olmo y otros pueblos de la Sierra han trabajado con nosotros durante las excavaciones. Además, nos han aportando su particular visión del paisaje, enriqueciendo extraordinariamente las narrativas históricas que estamos creando.


Fotos: Ramón López Farinós.


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